lunes, 14 de diciembre de 2015

Entre el recuerdo de volver a pensar sobre lo mismo


Anoche volvía a pensar lo difícil que puede salir conmigo, a duras penas logro comprenderme a mi mismo. Pero en aquella fatídica conversación todo volvió a estar muy claro en mi mente: el problema soy yo.

Mientras hablamos de como las dudas te atacaban, y lo poco que confías en mí, todo se hacía claro en mi mente: tienes miedo a no ser capaz de soportar la convivencia conmigo. Lo sé, soy complejo, física, mental y emocionalmente... pero nunca nadie había logrado ser tan sincero conmigo como para manifestarmelo y de paso darme la razón. La que siempre quise tener, y en lo que siempre quise estar equivocado.

Créeme que te entiendo, comparto tus miedo. Soy yo quien todos los días se levanta con ese miedo sobre si seré capaz de sobreponerme a todas las condiciones que tengo, y seguir sonriendo como si nada. Todas las noches me acuesto agotado, pensando si seré capaz de seguir con esa carga, o si mejor desistir de una vez y no seguir cargando con lo que siento que me excede. Quién más que yo para entenderte.

Si pudiera darte un consejo, un poco egoísta, pero que también aplica siendo objetivo: no me abandones justo en este momento, tienes la fortaleza para acompañar mis crisis, pues a pesar de todo, sigo siendo un humano más. Y sobre todo, porque no importa con quien termines, tendrás que lidiar con lo mismo, cada humano tiene su condición, tenga nombre o no... así que hazlo conmigo, por lo menos te garantizo que te amaré con locura y también estaré ahí para cuándo lo necesites.

Te amo.